Imagina viajar en el tiempo hasta llegar a los Jardines Colgantes de Babilonia, una de las siete maravillas del mundo antiguo (aunque se duda de su existencia real) y que podríamos considerar como el precursor de la actual agricultura vertical. En esta construcción se cultivaban árboles frutales como el datilero y el cocotero, además de otras plantas decorativas. Según la literatura, este jardín y a la vez, huerto vertical, destacaba por la optimización del espacio urbano y el uso eficiente de los recursos naturales, puesto que el agua de riego se extraía directamente desde el río Eufrates.
Asia, a la cabeza en cultivo vertical
Casi 3.000 años después llegamos al presente y desembarcamos en Asia, con China, Japón y Corea del Sur a la delantera en la implementación de cultivos verticales, ¡representando el 60% del total mundial! Y es en este mismo continente, en concreto Dubái, que existe la granja de cultivo vertical más grande del mundo, con 30.600m2 y tres pisos de altura. Se ha diseñado para cultivar más de 1.000 toneladas de verduras al año y así satisfacer la alta demanda en el consumo de alimentos frescos. Bustanica (huerto en árabe) desafía las adversidades del clima, como las altas temperatura, la escasez de lluvias o los terrenos áridos con un sistema de producción eficiente que mantiene las verduras frescas siempre a 23ºC. Al cultivar en un entorno urbano cerca de las personas, también ha conseguido reducir las emisiones contaminantes relacionadas con el transporte (hasta el momento, importaba el 80% de sus productos frescos). Tal y como también hacemos en Urbanfresh, se reutiliza el agua en circuitos cerrados de riego con los nutrientes justos y necesarios para la producción. Sin herbicidas, insecticidas ni pesticidas, ¡y sin impacto en el medio ambiente!
¿Y en el resto del mundo?
En Europa existen también granjas de cultivo vertical, especialmente en Alemania, Países Bajos o Dinamarca, países que en ocasiones cuentan con condiciones climáticas poco favorables, como cambios bruscos de temperatura, lluvias poco frecuentes o torrenciales, que no permiten garantizar con certeza la producción tradicional de alimentos frescos. Curiosamente, la primera granja vertical comercial de Europa se creó el año 2017 en Dronten, cerca de Ámsterdam. La lechuga fue el producto estrella: cultivada en un espacio de 900 m2 con varios niveles de altura, permitió triplicar la producción.
Cruzando el Atlántico también se apuesta por este método tan sostenible. En New Jersey existe uno de los cultivos verticales más grandes del mundo (aunque nada que ver con Dubái). Cuenta con un espacio vertical de 6.000 m2 y produce unas 900 toneladas de verduras al año.
¿Pero cuántas personas pueden alimentarse con este modelo de producción? Para que te hagas una idea, en España, el consumo anual por persona es de 60 kilos de vegetales, lo que permitiría alimentar diariamente y en exclusiva a unas 17.000 personas (cálculos realizados en base a la producción de Bustanica, en Dubái).
En el mundo hay miles de cultivos verticales, todos con un objetivo común a Urbanfresh: hacer llegar al consumidor un producto fresco, sostenible y de calidad.
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